Entender mi piel

Dermatitis atópica - Cómo reconocer los factores desencadenantes

La dermatitis atópica es una enfermedad de la piel inflamatoria, pruriginosa, crónica y recurrente con una distribución y morfología típicas. El conocimiento de los factores que intervienen en la patogénesis de la enfermedad es un primer paso importante en la prevención primaria de la enfermedad. La enfermedad es consecuencia de la acción o la coacción de varios factores, siendo los más importantes la predisposición genética y los factores inmunológicos.

En cuanto a la predisposición genética, en el 60-80% de los casos hay un antecedente familiar de dermatitis atópica.

La presencia de un componente genético está respaldada por estudios que demuestran que el riesgo de que un niño desarrolle dermatitis atópica aumenta si uno o los dos padres la tienen. Además, el riesgo de desarrollar la enfermedad si uno o los dos padres tienen asma o rinitis alérgica es mayor que en la población general.

En los pacientes con dermatitis atópica se ha observado una amplia gama de anomalías inmunológicas y no inmunológicas a nivel de la piel y en el suero.

Factores externos en la dermatitis atópica

La prevalencia de los trastornos alérgicos ha aumentado en los últimos decenios. La causa de este rápido aumento no se puede explicar por los cambios en la genética de la población, por lo que los factores ambientales constituyen una explicación probable.

En el Japón, Australia y algunos países europeos, el número de pacientes atópicos se ha doblado o triplicado en los últimos 10 a 20 años. Algunas causas incluyen:

la contaminación atmosférica, principalmente a través del intenso tráfico rodado;

aumentando el nivel de higiene, "hipótesis de la higiene", pero también aumentando la agresión a la piel con detergentes y jabones.

acumulando cada vez más alérgenos en el hogar a través de cambios en la convivencia (presencia de ácaros, gatos, perros);

el tabaquismo entre las madres jóvenes, que va en aumento;

aditivos nutricionales químicos;

cambiar el hábito alimentario introduciendo nuevos alimentos (especialmente frutas exóticas, cacahuetes, etc.). La diversificación temprana de la dieta parece aumentar la frecuencia de la dermatitis atópica;

menor exposición a las infecciones

Las infecciones respiratorias y la aparición de erupciones dentales pueden provocar dermatitis atópica en bebés y niños pequeños.

Para todas las edades, los estímulos susceptibles de provocar la hipersecreción de sudor (excitación, calor, ejercicio, oclusión con ropa o pomadas) pueden provocar un picor violento y un nuevo brote de dermatitis atópica. El contacto con la lana y los disolventes lipídicos agrava la dermatitis atópica. A veces la menstruación y el embarazo tienen un efecto desfavorable. Aunque algunos alérgenos alimentarios pueden desencadenar o agravar la dermatitis atópica, una dieta excesivamente restrictiva puede afectar al desarrollo de la altura y el peso en los niños.

Puntos claves para recordar:

La identificación de los factores que influyen en la dermatitis atópica es un paso importante en la prevención primaria de esta afección, ya que se puede influir en ciertos factores, en los ambientales.
Control de los factores irritantes (detergentes, jabones cosméticos, productos químicos, contaminantes, materiales abrasivos, temperaturas extremas y humedad)
Los emolientes deben ser usados después del baño
Evitar e impulsar el tratamiento de la sobreinfección

Un dermatólogo es el mejor recurso para identificar los trastornos de la piel, encontrar la causa de sus problemas cutáneos y desarrollar un tratamiento adaptado. Por favor, consulte a su dermatólogo, médico o farmacéutico para que puedan aconsejarle mejor sobre su régimen personal de la piel."