Entender mi piel
Algunas personas con tipos de piel sensible y reactiva tienen enrojecimiento y pequeños vasos visibles en su cara. Estos signos a menudo aparecen temporalmente, pero pueden empeorar progresivamente y finalmente ser permanentes.
El enrojecimiento o los pequeños vasos visibles son síntomas de la piel causados por una anormalidad en la capacidad de la piel para funcionar correctamente. El enrojecimiento, con o sin calor, es temporal o más duradero
Ciertos factores agravan la condición:
La rosácea y la couperosis, que es una forma de rosácea, con mayor frecuencia causan enrojecimiento y la aparición de vasos visibles en la cara. Pero estas no son las únicas causas. Ciertas enfermedades dermatológicas que producen la dilatación de los vasos estimulan la cuperosis y el enrojecimiento pueden corresponder a enfermedades fundamentales que deben ser exploradas. Además, ciertos medicamentos pueden causar la aparición de vasos dilatados en la cara o aumentar los que ya están presentes. Por lo tanto, si tiene dudas, se recomienda una consulta dermatológica.
La cuperosis es una dilatación de pequeños vasos superficiales de la piel.
La red de vasos superficiales forma un sistema de líneas lineales rojizas en la cara. Algunos de los parámetros de esta red pueden variar, dependiendo de la persona y de tipo de piel, la edad del proceso y la temperatura interna o externa o los cambios de temperatura. Los vasos son más o menos amplios y su color va del rojo brillante al púrpura o incluso azulado.
La topografía varía pero suele ser relativamente simétrica. A veces sólo se ven afectadas las fosas nasales, pero los pómulos o las mejillas, en general, son la zona más comúnmente afectada. Sin embargo, toda la cara puede verse afectada.
Lógicamente, el término general que describe la condición a medio camino entre las dos variantes es la eritrocouperosis. Un angioma de araña puede ser observado con la cuperosis. Se trata de un árbol vascular en forma de estrella que contiene una mancha roja central más o menos elevada.
En la mayoría de los casos, la cuperosis no está relacionada con ninguna enfermedad subyacente. La cuperosis aparece lenta y progresivamente. Es una forma de rosácea.
Pueden producirse sofocos antes de que aparezca la cuperosis. Los otros signos de rosácea son la eritrosis y posiblemente las irregularidades rojas (manchas pequeñas). El consumo de alcohol no causa cuperosis ni rosácea.
Las personas con piel clara y delgada se ven afectadas con mayor frecuencia.
La rosácea es una condición dermatológica común que sólo afecta a la cara, en particular, a la nariz, las mejillas, la frente y la barbilla. Los ojos pueden verse afectados (rosácea ocular) pero esto es menos frecuente. La rosácea no es acné, y el término "acné rosácea" que se utiliza a veces, se está eliminando gradualmente. Esta condición visible de la piel suele ser un desafío psicológico porque causa desfiguración y a menudo se confunde con un signo de alcoholismo crónico.
1/ La Eritrosis y la cuperosis
Aparece como un enrojecimiento en la cara, con o sin couperosis (pequeños vasos dilatados en las mejillas y la nariz. Este enrojecimiento puede ir acompañado esporádicamente de sensaciones de sofocos en la cara que se disipan rápidamente.
2/ La forma papulo-pustular
La eritrosis se combina con brotes de granos que se parecen al acné (manchas rojas y pequeñas irregularidades, pero sin comedones), que todavía se encuentran solamente en la cara.
3/ La forma hipertrófica
Esta forma, caracterizada por una nariz grande y abultada, es mucho más rara y afecta casi exclusivamente a los hombres. No está relacionada con el consumo de alcohol, al contrario de lo que mucha gente piensa. Todos estos síntomas suelen causar importantes incomodidades cotidianas y un detrimento de la calidad de vida.
La rosácea es tres veces más común entre las mujeres que entre los hombres, y las personas de piel clara son las más afectadas.
Los síntomas suelen aparecer alrededor de los 30 años, pero su edad máxima es de 50 años.
Una característica frecuente de la rosácea es que se produce en pieles sensibles.
Un dermatólogo es el mejor recurso para identificar los trastornos de la piel, encontrar la causa de sus problemas cutáneos y desarrollar un tratamiento adaptado. Por favor, consulte a su dermatólogo, médico o farmacéutico para que puedan aconsejarle mejor sobre su régimen personal de la piel.
Visite a su dermatólogo para que confirme el diagnóstico e indique si sufre de cuperosis, rosácea o alguna condición.
El tratamiento de prevención incluye limitar los factores desencadenantes, como los cambios de temperatura, la exposición a los rayos ultravioleta, las bebidas calientes, los platos picantes, el café y el alcohol. El alcohol no provoca esta condición, pero su consumo puede exacerbar los síntomas.
Si se produce un enrojecimiento, los médicos recomiendan dejar que un cubo de hielo se derrita en la boca durante los primeros minutos del enrojecimiento.
El médico puede prescribir ciertos tratamientos medicinales, pero la rosácea no se cura con estos tratamientos porque progresa en los brotes y los tratamientos locales deben ser mantenidos de manera continua. El enrojecimiento es difícil de tratar; sin embargo, los tratamientos con láser son particularmente beneficiosos.
El tratamiento de preferencia para la cuperosis es el tratamiento con láser. Esta técnica ha mejorado considerablemente el tratamiento de este problema. Hay varios tipos de tratamientos con láser
Los cuidados dermocosméticos pueden ser útiles para ayudar a mejorar visiblemente la piel y contribuir a minimizar la aparición de rojeces visibles. Deben ser hidratantes, calmantes, no oclusivos y destinados a la piel sensible. También es importante utilizar productos de limpieza adecuados, limitando el contacto con el agua del grifo. También se recomienda la fotoprotección. En algunos casos, las cremas para ocultar el enrojecimiento también pueden ser útiles. (Contienen pigmentos verdes que neutralizan el enrojecimiento).
